Continuaré con mi primer día en Carolina del Norte.
Después de un trayecto complicado (por mi malestar estomacal) de Charlotte a Mooresville, finalmente llegamos a casa de los Jensen. Bajé mis cosas, entramos, me llevaron a mi cuarto (Valerie & Ethan), dejé mis cosas y me presentaron al señor. Se llama Jasen y ahí les va mi primer momento incómodo viviendo en Estados Unidos. Como Valerie me abrazó cuando me recibió en el aeropuerto, pensé que era correcto --y por encontrarme emocionada-- abracé muy efusivamente al señor. Ya se han de imaginar su cara de: ''QUÉ PEDO? QUÉ HACE?'' Y obviamente no me abrazó (forever alone). Qué vergüenza! Ahora ya saben, amigas mexicanas, que somos ''WARMER'' que los americanos. De ahí me fui a mi cuarto a desempacar y antes de que terminara llegó Ethan y vió el regalo que traía envuelto: una maceta (hecha por una tía mía 100% mexicana), café recién molido del día anterior (que por cierto, les encantó), chocolate (del de verdad, ya saben, del artesanal) y una madre de madera que no sé cómo se llama pero, es para hacer chocolate caliente de la manera tradicional y ya :) No llevé nada específicamente para los niños, creí que con el chocolate era suficiente pero las hormigas acabaron con él antes de que lo pudieran probar :( . Aún así el café fue el mejor de todos porque los niños también toman café. Ethan se emocionó, demasiado exhaltado, diría yo y se lo llevó!! Yo quería dárselos cuando estuviera toda la familia.
Cuando terminé en mi cuarto fuimos todos a recoger a Samantha a casa de su amiga Kristen. Sami me hablaba como si me conociera de toda la vida, una niña de 11 años muy madura para su edad. En ese trayecto de casa de Kristen a donde fuimos a cenar, me dí cuenta de que Ethan estaba muy chiquiado. Llegamos a un restaurante mexicano, y el mesero muy emocionado me empezó a hablar en español y preguntándome que qué tal NC, pero todos le dijimos que acababa de llegar, y él me dijo que era muy bonito y que me iba a gustar :) (meses después, tenía razón). Yo seguía con mi malestar estomacal, y sabiendo cómo sirven en E.U.A. tenía miedo (y pena) de no poderme acabar lo que pidiera, así que ordené media orden de enmoladas (YIACK!!!) y digamos que no sólo fue la cantidad, sino su sabor poco mexicano el que hacía que me dieran ganas de vomitar. Salimos de ahí y nos dirigimos de vuelta a la residencia Jensen.
Estando ahí la señora me regaló una tarjeta para hacer llamadas a mi casa (Penny Talk. Creo yo que es la que más conviene, tiene más minutos que otras y cobra menos). Ahí fue mi segunda ''cosa'' vergonzosa. Marqué y la operadora me decía (en inglés) que no podía comunicarme o sabe qué chingaos. Entonces le dije a Valerie (en español): ''AY NO SÉ QUÉ ME DIJO, DICE QUE...'' Y me tapé la boca con las manos, me reí y dije (en español): ''PERDÓN!! LE ESTOY HABLANDO EN ESP...'' Me dí cuenta que seguía hablando en español, nos reímos y le dije (ahora sí en inglés): ''SORRY, BLAH BLAH BLAH.'' Y me ayudó a marcar de nuevo.
Como sea, los señores se quedaron viendo una película (21 Jump Street, para ser exactos), Sami & Ethan se quedaron jugando, y yo mientras observaba. Me sentía como Superniñera, porque los primeros días sólo observaba y la verdad que creo que funcionó muy bien.
Llegué durante las vacaciones de verano así que mi rutina era muy relajada, pues me habían dicho que mi trabajo implicaba jugar con los niños, estar con ellos, jugar con ellos, estar con ellos, cuidarlos, jugar con ellos, y ya. Nos la pasábamos nadando (viven a orillas del lago Norman, en Mooresville), y en las tardes cuando el señor llegaba de trabajar, nos íbamos a dar una vuelta en el bote. Tienen un tipo salvavidas (como una llanta, una madre enorme flotante), te subes y te jala, así que era MUUUUUY divertido. La primera vez ME CAÍ!!! Menos mal que traía chaleco salvavidas, porque súmenle el susto, el agua que tragué (yiack!!!) y lo profundo que está el lago...! Me muero!! Y básicamente, así fue todo el verano.
CONTINUARÁ...
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